Nada engaña más que nuestra propia mente... nada piensa mejor que nuestro corazón.
Increíble que mañana sea 24 de diciembre. ¡Vaya! ¡Qué rápido ha pasado el tiempo! Y tan rápido como los minutos se borran en mi reloj, yo preparo todo para el siguiente año que viene feroz. Y en su espera, yo estoy retomando la novela. ¡Sí! Ya tengo el cable de la laptop. ¿Ya notaste que le volví a cambiar el nombre al Blog? Recibí cierta queja por allí, pero a mí me gusta.
Esta semana he pasado por mucho, ver de nuevo a personas queridas, shopping con mi familia, eventos a los que no asistí, y el más importante: volver a escribir de nuevo.
Siento como el viento se lleva consigo los días con apuro, apresurando la ida de este viejo año. Pero sentado aquí se detiene el tiempo, el viento descansa, y los días no son arrastrados con pudor; hago lo que quiero, lo que adoro. Sueño, y plasmo mis letras aquí y en aquel documento al que llamo novela.
Ya tan solo falta que termine este día para que comience el tradicional ajetreo del que viene. Y por lo que veo, mis semanas están ocupadas, pero intentaré tener algún tiempito para mantenerme en contacto. No frecuento mucho las redes sociales, ni Facebook ni Twitter, porque aquí en mi Blog me basta y sobra.
¡No tengo nada más que decir! Simplemente... ¡Feliz Navidad! Y hasta la próxima entrada.
Esta semana he pasado por mucho, ver de nuevo a personas queridas, shopping con mi familia, eventos a los que no asistí, y el más importante: volver a escribir de nuevo.
Siento como el viento se lleva consigo los días con apuro, apresurando la ida de este viejo año. Pero sentado aquí se detiene el tiempo, el viento descansa, y los días no son arrastrados con pudor; hago lo que quiero, lo que adoro. Sueño, y plasmo mis letras aquí y en aquel documento al que llamo novela.
Ya tan solo falta que termine este día para que comience el tradicional ajetreo del que viene. Y por lo que veo, mis semanas están ocupadas, pero intentaré tener algún tiempito para mantenerme en contacto. No frecuento mucho las redes sociales, ni Facebook ni Twitter, porque aquí en mi Blog me basta y sobra.
¡No tengo nada más que decir! Simplemente... ¡Feliz Navidad! Y hasta la próxima entrada.
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