Nada engaña más que nuestra propia mente... nada piensa mejor que nuestro corazón.
Doy vueltas y vueltas en una silla que con duras penas rueda. Siento mi mente nublada; viendo televisión como que si eso fuese la solución. Pienso como un loco, bueno lo estoy, pero aun así cómodo no estoy. Sólo tengo hambre y sed por ideas tener. No me queda más que esperar, esperar a tener inspiración, a que llegue una musa que me haga de nuevo soñar; quiero ilusión, pensar con razón y sentir que escribo con el corazón.
Comentarios
Publicar un comentario