Nada engaña más que nuestra propia mente... nada piensa mejor que nuestro corazón.
Sean consientes y aceptenlo; la vida está llena de momentos desalentadores. Simplemente es parte de la vida, es como una prueba, para ver como actuamos en momentos difíciles. El hecho es que lo importante es no dejar que eso acabe contigo. No es razón para caer a la intemperie. Ayer, miércoles, participé en un torneo de tenis (sí, soy tenista), y perdí. No puedo decir que no me siento triste, bueno, pensadolo mejor... Sí puedo; es más, ¡No estoy triste! Yo diría desilucionado; mis compañeros no paran de bromear con mi derrota, pero no me molesta. Mi orgullo es más, orgullo por haber dado lo mejor de mí y aunque no habrá sido suficiente, sólo me dice que debo de mejorar y no llorar. ¡En la vida se pierde y se gana! Y yo tras mi derrota puedo decir que gané; mi confianza es mayor, y yo lo veo como una lección y un motivo para ser mejor. ¿Qué importa lo que crean los demás en sus burlas? Es mi vida y debo pensar en mi ante que todo. Tú confianza en ti, es tu mejor amiga. Espero que si...