Medio Sordo

Empeñada sea la vida, pues, tenemos que vivirla. Que lo diga un zapatero, día tras día arreglando zapatos.  Esa es su vida: que las personas caminen con comodidad. Por más que brille el sol aun no logramos ver bien. Por más poca luz nos de la luna no debemos culparla de nuestra ceguera. Ácidos han sido muchos días. Otros dulces tal vez. Al fin y al cabo, nuestros deseos también. Se dice que importa lo de adentro; no tenemos culpa que eso también sea feo. Avivé esperanzas. ¡Qué mentira! Nunca murieron. Precoces han sido nuestras elecciones. Algunos sueñan con sapos en príncipes. Otros con princesas de billetes. Esa es la cuestión: sueñan en los demás. Abarratada voluntad la poca que sobrevive clandestina en la vida. Faro yo deseo ser. Para ser luz y que todos me busquen. No sueño, me apresuro a los hechos. Decir "buenos días" por cortecía. Despedirte aunque no creas en los "hasta luego". Hablar en silencio: nadie te escucha, nadie te

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico es un parque dormido en el que uno puede sentirse árbol o prójimo siempre y cuando se cumpla un requisito previo. Que la ciudad exista tranquilamente lejos. El secreto es apoyarse digamos en un tronco y oír a través del aire que admite ruidos muertos cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías. No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero el Jardín Botánico siempre ha tenido una agradable propensión a los sueños a que los insectos suban por las piernas y la melancolía baje por los brazos hasta que uno cierra los puños y la atrapa. Después de todo el secreto es mirar hacia arriba y ver cómo las nubes se disputan las copas y ver cómo los nidos se disputan los pájaros. No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes ah pero las parejas que huyen al Botánico ya desciendan de un taxi o bajen de una nube hablan por lo común de temas importantes y se miran fan ticamente a los ojos como si el amor fuera u

"Amar nos separa de los demás". No sé de amor, en realidad no; pero sí sé de separación, y el "amor" es el interprete de esta acción. Te diré algo que no debería decir: soy asocial, y lo acepto, y mis amigos también lo aceptan, pero sinceramente desconozco la razón. Simplemente me alejo de los demás, huyo a un rincón a hablarme en silencio. Me hes tan reconfortante y agradable, pero eso no explica mi conducta en esos momentos... hasta que leí aquella frase con la que comencé este escrito que me hizo revolcarme en mis pensamientos, lo entendí, y después de tanto sacudirme ahora puedo decir lo que descubrí: estoy enamorado. "¡Estoy enamorado!" , por un momento esas palabras me provocaron nauseas, luego un dolor en el pecho que se fue convirtiendo poco a poco más placentero, hasta que logró destellar una sonrisa en mi rostro... allí comprobé que era cierto. Y bueno, aquí viene la cuestión, ya dije que estaba enamorado, solo falta el "¿de quién?",

No sé que escribir... mi mente está en blanco. Solo sé que tengo muchas cosas a mi alrededor, y que no encuentro florecer la pasión para hablar.

Una magnífica canción, el ritmo no lo es todo. Su letra es especial. Mi canción favorita.

Qué ingenuos somos disfrazando a la muerte de cupido. A veces lo hacemos sin darnos cuenta, pero siempre nos hacen una jugarreta. Creemos que por sentir un hormigueo en la panza estamos enamorados; pues no, es el mismo diablillo que nos hace cosquillas para engañarnos. Somos inocentes por creer. Creemos porque somos usados. Somos usados porque estamos necesitados. Estamos necesitados porque nos cansamos. Nos cansamos porque queremos algo nuevo. Y ese algo nuevo no siempre es lo que esperamos. Y es que sencillamente somos manipulados por nuestras mentes. Sea con intención o no. Todo puede empezar siendo un juego. Puede empezar con una sonrisa inofensiva. Sucede con un cruce de miradas. O formase con lo años; aun así, salimos lastimados. Empezamos a lanzar indirectas como flechas al aire sin consciencia. Luego, al que le caiga, firma su condena. Se puede sentir como que todo es verdad, pero no vemos lo que hay detrás. Tal vez nos dejamos llevar por la oportunidad, nos vemos solos y co